“También hay cosas buenas ahora, no creas…”

Esta frase la tomé de una carta. Karen Dinesen le escribe una carta a su Tía Lidda (hermana de su mamá) el 18 de abril de 1939. Así como la siguiente:

Estoy agradecidísima por haber podido disponer de este período de tiempo para pensar con claridad lo que voy hacer en la vida, incluso la inseguridad reinante del mundo no va del todo mal para mi estancia aquí, como puede sucederle a otra pobre gente que tiene tanto que perder y tanto que temer.” (Cartas desde Dinamarca. Correspondencia 1931- 1962 Karen Blixen, Nórdica libros 2012.)

Definitivamente la conocida Karen Blixen no tenía nada que perder pues la vida le había regalado una miríada de vivencias y mucho menos tenía nada que temer, ya se había enfrentado hasta con leones en Africa, por no decir la sífilis que le transmitió su marido.

Un vistazo rápido a su vida: Nace el 17 de abril de 1885 en una hacienda situada entre Copenhague y Elsinor, Dinamarca. Es la mediana de tres hermanas y dos hermanos. Educada en su casa como todas las familias de la alta burguesía de su época. Los niños si asistían a la escuela. Su padre proveniente de una estirpe de terratenientes, militar, escritor y crítico político sacude a su familia suicidándose en 1895. Karen o Tanne, como firma en sus cartas, apenas tenía 10 años de edad.

Poco antes de cumplir treinta años se prometió a su primo segundo el Barón Bror von Blixen- Finecke y, yo diría por conveniencia, se casaron en Mombasa en 1914. Año en que inicia la Guerra Mundial, el resto ya se lo saben…

En 1921 La baronesa se convierte en una mujer autónoma; administradora, capataz, maestra , amante, cazadora, exploradora y dama de sociedad de la colonia inglesa en Africa del Este. Precisamente en donde ahora es Karen en Nairobi, que, por cierto, actualmente es el barrio “nice” de Nairobi, equivalente a las Lomas.

En 1931 se regresa a Dinamarca porque su estado de salud era muy frágil (la sifilis estaba a todo lo que daba, y su madre se apagaba) su granja cafetalera en las faldas de la Ngong Hills había quebrado, y, a pesar de que, lo último que hubiera deseado es confrontar a su sociedad europea con el sello del fracaso en la frente, regresó a la casa familiar enfrentando la humillación y afrontando la inseguridad mundial que amenazaba a toda Europa de nuevo.

Sin embargo, siempre el regreso a casa y permanecer en ella sin mucho qué hacer trae descubrimientos enusitados. Para Karen a sus 46 años fue encontrarse con un cofrecito donde su madre guardaba todas las cartas que ella le había escrito desde África y al releerlas se inspiró para escribir la inolvidable “Out of Africa” publicada en 1937 tanto en inglés y danés por ella misma. Acto seguido le compraron los derechos para la inolvidable película caracterizada por Robert Redford y Meryl Streep, que seguramente muchas de nosotras vimos deleitadas.

Desde entonces esa primera oración “I had a farm in Africa, at the foot of the Ngong Hills..” Nos trae recuerdos maravillosos. https://youtu.be/OHW7a5hJJfU

Regresando a la carta del principio que le escribe a la tía, encontré esta frase que evoca ecos el día de hoy:

“Sobre la situación mundial no hay mucho que escribir, hay que estar dispuestos para lo que sea que vaya a venir, para mí lo que sucede ahora no me parece mucho peor que lo sucedido en tiempos pasados”

Continuará…

Angélica Breña.

4 thoughts on ““También hay cosas buenas ahora, no creas…”

  1. Angelica, anima en estos momentos, la referencia de esta gran mujer, es cierto no todo es malo, la fuerza de la union de los diferentes países, incluyéndonos, aunque no todos como quisiéramos, el espacio en casa para reflexionar, hacer actividades que nunca tengo tiempo y disfrutar mi espacio, es muy enriquecedor.

  2. loved reading this and hearing your voice in my mind. We think about you often. Take care and abrazotes!!

    Linda and Andy

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